viernes, 6 de septiembre de 2013

Que sea maitín


Esta débil sombra en la ventana tardía

inclinándose torpemente hacia afuera

esta mujer tan delgada para su edad

es aquella que está en algún lugar sobre nosotros, allí,

aquella con la cual no puede uno acostarse

tal vez sólo cantar

lai, lo, lai, la que si me encontrara un día,

no reconocería y me reiría de ella, y a la que

tanto le dicen coqueta como monja,

aquella que te llama con la mano, y parece un ala,

aquellas cuyas mentiras y ofensas venideras son ya pasado.
                     


*Maria Ignátieva, La hora de Rusia. Visor, 2011.  [Andréi Chernov. trad. Meritxell Rodés Noguera]
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario