miércoles, 28 de agosto de 2013

Catulos y Marciales de hoy en día




Chiken hut

 

Mi novia quería alitas de pollo.

Fuimos al Chiken Hut.

El encargado estaba sentado

allí solo

viendo una película.

 

El hombre vino

y nos tomó nota.

 

Le dijimos lo que queríamos.

 

Tras comernos las alitas de pollo

mi novia se desnudó

y dijo que le dolía la barriga.

 

(Noah Cicero. Trad. Sergio Espinosa) 

 

 

Cecilia, Samara, Suéltate el Pelo

 

voy a contarte algo sobre

esta chica

tan lista,

que al elegir

su segundo nombre

no sólo escogió

el nombre de una canción

sino el nombre de

una canción muy buena

que gusta

mucho

a mucha gente

distinta:

sabe

que a la gente le encanta

relacionar canciones

con buenos recuerdos

 

con mis amigos

los primeros nombres son

una moneda de cambio

muy valiosa:

el derecho

de usarlos

especialmente en lugares

donde se supone que

no debes,

además está

la delicadeza de no darle demasiada

importancia

 

así que, volviendo a la chica lista:

su primer nombre

es uno de esos

primeros nombres muy escasos

tan bonito como

el segundo nombre

que ha elegido

¡y además tiene un pelo

precioso!

y

ya tiene suficientes

problemas

como para que alguien

escriba una canción

usando su

primer nombre

en lugar de tan solo

escuchar

la canción en la que

se basó para

elegir

su segundo nombre

 

(Kendra Grant Malone. Trad. Emily Roberts) 

 

 

Quiero ver los vigilantes de la playa todo el puto día

 

quiero rascarte la barriga

y comer donuts contigo

hasta que engordemos tanto

que nadie nos quiera

y no nos quede otra

que estar enamorados para siempre

 

(Ana Carrete. Trad. Ana Carrete) 

 

 

PUEDES DECIR que cuando practicas meditación nadie sabe qué

         practicas, pero para mí es el mejor momento para comprenderte
 

a veces camino alrededor del salón de meditación para poder verte
 

esto es muy interesante
 

muchas gracias

 

(Steve Roggenbuck. Trad. Ernesto Castro)

 

*Luna Miguel. Vomit. Antología de poesía joven norteamericana. El Gaviero, 2013.

3 comentarios:

  1. Desde luego, compiten con las mejores pintadas romanas en retretes -sin ironía- pero prefiero los tuyos.

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  2. Hola Mlle.Keuner, me alegra que te gusten mis poemas. En cuanto a los de más arriba, copio las palabras de un amigo Facebook sobre esta antología que me parecen muy acertadas:
    "lo que sí supone VOMIT es un cambio bastante bestia en el imaginario poético. Una especie de translatio studii semántico. Por fin, para bien o para mal, se produce un cambio brusco en nuestro universo referencial para designar la tristeza, el tedio, la angustia, el desamor, etcétera. ¿Qué teníamos hasta ahora para connotar esos estados de ánimo? Baudelaire y la tropa francesa, los beats, Bukowski y sus encarnaciones hispánicas, Pizarnik y demás, Paneros, etéctera. Sin duda, el callejón del spleen necesitaba una salida. No sé cuál, y tendremos que analizarla, pero se necesitaba salir ya de ahí, por el bien de la escritura. Señores, Ben Brooks recurre a Avril Lavigne para lograr los mismo fines y, por cierto, con buenos resultados emotivos (hablo de volver a emocionar al lector). El cambio referencial no es garantía de nada, que quede claro. Pero el filón malditista occidental tal y como lo hemos conocido hasta ahora se termina. VOMIT, como mínimo, propone un cambio, para bien o para mal, pero deberíamos tomar mínimamente nota incluso si nuestra escritura no nos conduce por ese camino". ¡¡Un abrazo!!

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  3. Respeto que le guste VOMIT, y como joven me alegro de que emerja poesía joven, fresca, nueva, crítica. Entiendo el comentario, pero poca poesía norteamericana se ha leido si se piensa que lo que hay en VOMIT supone un cambio tan sustancial del imaginario poético.
    En definitiva, es una pena pero le veo poco valor literario, por muy nuevo y fresco y guapos sus traductores que sea. Un poco como a los *poemas* de Luna Miguel.

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