El protagonismo del tetrápodo en
los últimos milenios se muestra también en la capacidad de desarrollo léxico-semántico
que aquel ha experimentado así como en las pintorescas y variadas motivaciones
de las nuevas voces. Por ejemplo, los términos alemán Pferd ‘caballo’ y castellano palafrén
—seguramente este desde el catalán palafré
y este desde el antiguo franchute palefrei
y este desde el antiguo alto alemán parafrid—
proceden del híbrido grecolatino parauerēdus
‘caballo de repuesto [para la posta]’ compuesto del griego pará (παρά) ‘junto’ y de uerēdus ‘caballo de posta’ (San Isidoro, or. 12,1,55), que es a su vez otro término gálico (Ernout &
Meillet 1979: 723 s.u.; Alinei 2000:
572). De modo que en la voz palafrén
hay probablemente afluencias gálica, helénica, latina, alemana, catalana y
francesa. Verdaderamente las lenguas no son genealogía, sino bosques mixtos,
batiburrillo, mezcolanza, hibridismo y contaminación.
*Xaverio Ballester, Zoónimos
ancestrales, Valencia 2006.
prometedor libraco!
ResponderEliminarTambién habla de la "pega" y otras bestezuelas. Muy recomendable.
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