Mujer amada de esta marca, he destripado abundantes peces
he comido con avidez el hígado de aves
he seguido los mínimos movimientos de tu pelo
su
política,
y nada me ha revelado tu estrategia de lunares.
Conducido a la batalla campal de las almas
paso revista a todas mis sabidurías.
Pero
para qué
para qué acudir a esta guerra
si no hay aldeas que arrasar
en
mis brazos
mujeres que raptar
si por mi espalda no corren niños
cuyo
pecho fracasar
bueyes pesadumbres que desjarretes.
Solamente hay maizales de desolación fructíferos
y mi barba es miserable, un cañaveral estanco.
Amada mía, ensortijada y botánica,
rindo en este lugar elegantes transformaciones,
he aquí la bisutería que mi cabeza puede ofrecerte
como una hilera de esclavos
como una rendición de mis cojines
más mullidos para el desencanto canto canto de alabanza
de alabanza
canto d
es
mentira
es mentira
TE HAS PASADO TRES PUEBLOS
precipitación
acantilada
del
verso
esta
no eres tú
esta no
eres tú
pero es lo que querías.
*Unai Velasco, En este lugar [frag. del poema Una teoría centrífuga]. Esto no es Berlín,
2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario