LAS
VIRTUDES DE LA DESAPARICIÓN
Hakim Bay escribe sobre la Zona Autónoma Temporal,
utopías secretas que aparecen y desaparecen sin dejar
huella. En esta era imperial —dominio de espectro total,
Nuevo Orden Mundial, disolución de lo Real en lo
Simulado— lo efímero ya no es una simple característica,
sino que se ha convertido en un valor. Los grupos
de afinidad, las casas okupadas, los encuentros de la
tribu del Arcoíris, el festival del Hombre Ardiente;
civilizaciones menores enteras que aparecen como las
setas tras la lluvia y que desaparecen como niebla al
calor del sol; no se pueden rastrear, son una visión, un
sueño. Son los agujeros en la red, el punto ciego en el
ojo del panóptico. Debemos reconocer a nuestros amigos
cuando los vemos, como los cristianos de la antigua
Roma que llevaban el símbolo del pez.
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En los Montes de Caramelo
todas las tierras son bellas.
Y los árboles dan regalos,
duermes bajo las estrellas.
En los Montes de Caramelo
la cárcel es de hojalata
todos salen cuando quieren
allí nadie te delata.
Donde no hay palas ni hachas,
ni picos ni otro aparato,
yo quiero quedarme aquí
donde duermes todo el rato.
Allí colgaron al pendejo
que se inventó el trabajo,
en los Montes de Caramelo.
Nos veremos el próximo otoño
en los Montes de Caramelo.
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y cada palabra que él cantaba era una verdad para mí, pero había algo abrumador
en esa visión en que los polis y las cárceles y los jefes y los perros —ese «ellos» espantoso e inmortal— seguían figurando
intensamente, en primer plano incluso en la utopía, en el Cielo.
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