miércoles, 27 de febrero de 2013

Las aventuras de Guille





*Alessandra Sanguinetti, The Black Cloud, 2001 / The Couple 1999, The adventures of Guille and Belinda
and the Enigmatic Meaning of Their Dreams.


domingo, 24 de febrero de 2013

Poemas con dioses son adioses




Perro mojado (virtud de humanos)

Eros les objetó todo el verano
por la elección de muebles, por las parentelas.

Aspiras a eremita a largo plazo,
tienes el corazón hormigonera
—no ha de faltarte perra ni tabaco.

Ella baila, ella te arde dentro de los ojos,
chispas, si se te caen, para la picadura.

Le gustaban tus sofritos, tus meniscos.

Para prodigarse eligió la suela blanda,
el último regalo.

No llueve bajo la falsa pimienta
donde hablas de conmemoración
«va a crecer una espiga por maceta,
va a haber piscina, era un conguito».

Se acerca otro verano pero
                                perros y gatos no saben tirarse de bomba. 




Tengo el feedback tuerto

La vida no es un plato de lentejas
—la Antigüedad con sus lecciones
a martillazo limpio.

No corretea Hefesto en brunas mieses,
Dionisio, deslenguado, no ocupa
el tiempo en rellenar impresos.
Si aprendes esto
no hay cobijo que guarde
del aluvión de tropos.

Hay una cháchara pandémica extendiéndose
como célula grasa.
Nada está a salvo excepto el polen.

Procura que la muerte te coja políglota
y empático, ganador, exresidente en Camboya
por motivos de trabajo.

Todos dicen «sí, sí, arriba, arriba»

Lo que mejor sabes hacer es mirar juncos,
la eficiencia cuando oscilan. Una actividad
que no tributa.

Si me levanto global,
traduzco un responso que heredé.
En silencio zumba la sangre grave, agudo el nervio,
allá bajo tu cráneo
revisitas el locus amoenus.

Puedo jurar que un galgo me ha guiñado el ojo.



                                                   First Song for B by Devendra Banhart on Grooveshark



 

martes, 19 de febrero de 2013

Pedir a San Antonio



Vamos a sacar pecho a la fuente.

Tengo unas alforjas en pequeño
con un bis de rezo ochentón nonagenario
de ancestros de mesa camilla.

La vocación de leño, sarmentosa,
saberse achaquiento y favorable al pino,
este es el trámite que cursa.

Pido un rincón para hilvanar el aire,
quédeme aquí besando antípodas,
un corazón de válvulas precisas.
       
Pido alma de tahona,
la tierra harina,
gotas en el empeine.

domingo, 17 de febrero de 2013

Libre y luenga

 
«como manada de cabras y cabritos que gozosos / del monte Galaad vienen bajando» 
 
*Cantar de los Cantares (4:1)
 
*Jhon Everet Millais, La doncella, 1851.
     


viernes, 15 de febrero de 2013

Mis siete popas



20

Los pájaros beben
El agua viva de tus palmas

Pájaros pardos y azules
Que salen volando de nuestros ojos
Cuando no hay cerca un cazador

Tus palmas iluminan
Nuestros dos puños de tierra imaginados
Cuando el sol se retrasa



Al clavo

Uno es clavo el otro tenaza
Los demás son artesanos

La tenaza toma el clavo por la cabeza
Lo agarra con los dientes con las manos
Y tira de él tira
Para sacarlo del piso
Por lo común arranca solo la cabeza
Es difícil sacar el clavo del piso

Entonces los artesanos dicen
La tenaza no sirve
Le rompen la mandíbula le quiebran los brazos
Y la arrojan por la ventana

Otro es entonces clavo
Y algún otro es tenaza
Los demás son artesanos



11

Borré tu rostro de mi rostro
Desollé tu sombra de mi sombra

Allané en ti las colinas
Convertí en colinas tus llanuras

Hice reñir tus estaciones del año
Aparté de ti los puntos cardinales

En tu derredor ovillé mi camino de vida
El mío intransitable el imposible

Atrévete a topar conmigo ahora



La manzana coronada

Sácate el sol de la boca
La noche nos entierra vivos

Esta manzana es mía
Cayó del cielo a mi lengua
Déjenme saborearla

Abre tu boca cero para que nos amanezca
Y el sol nos corone

Recen para que ya no la abra yo
En la manzana para usted gusano
Ya no hay trabajo dulce



1

Vuelve a tu guarida
Avergonzado lobo cojo

Y duerme allí
Hasta que el ladrido se congele
Y se oxiden las palabrotas y mueran las teas
Del universal ojeo

Hasta que todos se desplomen
Con las manos vacías en su interior
Y se muerdan la lengua de pena

Y los potentados testaferros con puñal tras la oreja
Y los ojeadores con el miembro viril sobre el hombro
Y los dragones cazadores tragalobos
Me arrastro a gatas ante ti
Y aúllo por tu gloria
Como en tus grandes
Tiempos verdes

Y te ruego cuídate mi viejo dios cojo
Vuelve a tu guarida



Los cuernos rotos

Mi abuelos Miloš Popa el alemán
Pronunció dicen en vida
Menos palabras que los mudos

Pero sabía poner su espalda
Debajo del verde buey
Y levantarlo despacio del suelo

El buey enterraba
Las cuatro patas en el aire
Y clavaba los cuernos en el cielo

La gente lo rodeaba
                                Lanzaba las gorras hacia arriba
Y se santiguaba del revés

En el sueño le ruego a mi abuelo
Que me diga dónde encontrar
A nuestro antiguo dios del ganado

El abuelo está frente a mí mudo
Con los cuernos rotos en la cabeza



Respeto por el eje

Los antiguos pueblos incas
Mayas olmecas aztecas
No conocían la rueda

Como si no hubieran visto
Que el sol no se traslada a pie por el cielo

En una tumba
Los exploradores hallaron no obstante
Un juguete de niño
Un cochecito con ruedas

No se les ocurrió a los adultos
Jugar con él

Su descendiente mi anfitrión
Me traza con la mano
La rueda del horizonte

Nuestros ancestros consideraban
Que su columna vertebral
No era el eje del mundo


*Vasko Popa, El cansancio ajeno. Vaso Roto (trad. Dubravka Sužnjević)

domingo, 3 de febrero de 2013

No pares a mirar cipreses (poema reconversión)



Compulsaré manos y pies,
para enviarlos a los cuatro puntos.

En tu pueril acurruco —la casa
es un jersey que pica—
esperas a que lleguen las hazañas
aunque
no has pasado de cachorro.
No se afeita, no huele a pan el día,
lo más que harás será tocar a un perro
sin paliativo metafísico en los ojos.

Suspiras por consuelo en HTML
que hay un guisante crudo flotando por el cielo,
todos vais a saber que en mis ratos
me dedico a la nomenclatura.

La comunicación —igual que un salmo
o las rebajas—me cansa,
espero buena voluntad, pereza,
en ese pulgarcillo para arriba.

No tiene para abajo.

El mundo no tiene que gustarnos siempre,
yo —por ejemplo— ya no invento topónimos,
atiendo al sudor de mis congéneres.
Hay dos caras gordas: las buenas y las malas.

Necesito otra primaria
—allí juré la vida tolerante,
juré la paz y la solidaridad del lápiz—,
que me expliquen otra vez de que va el tema.

El paisaje se lustra de frío,
no hay nada mejor que ver,
lo digo como no hay nada mejor que...

Pero me pesa en los ojos, dos platillos,
estoy desconectado del viento y la palmera.